El excelente servicio de Korean Air

koreanair

El viaje de verano del 2015 a Fiji y Vanuatu empezó con una escala en Corea que fue de lo más productiva y que me permite afirmar, en mi opinión, que Incheon es uno de los mejores aeropuertos del mundo y que el servicio de Korean Air es excelente. Sin embargo, pareció que el karma tenía que equilibrarse de algún modo porque todo lo bueno que nos pasó en Corea se tornó infortunio la primera semana en el Pacífico Sur.

00 Vamos

La salida de Osaka sucedió sin sobresaltos, no como el año anterior. Limousine Bus hasta el aeropuerto, control de seguridad y pasaporte rutinarios después de una facturación un poco lenta porque la azafata estaba en período de prácticas.

Durante el vuelo, de menos de dos horas, yo estaba durmiendo con la rodilla que asomaba por el pasillo, y una tripulante de cabina me golpeó con su carrito de la comida (nos habían dado un sandwich). La verdad es que después de gruñir un poco me giré para seguir durmiendo pero la tripulación quería saber cómo me encontraba. Vinieron un montón de veces a interesarse por mi rodilla y a disculparse, cada vez una persona más veterana en el escalafón. Finalmente llegó la azafata que me había golpeado con la sobrecargo y me preguntaron si al llegar a Incheon, ¡quería ir al hospital! En ese momento no tuve más remedio que enseñarles la micro-rascada que tenía en la articulación. No satisfechas con ello, me interpelaron sobre si tenía tiritas y aunque les dije que sí, al cabo del rato me trajeron una, que me puse inmediatamente para que me dejaran tranquilo.

Una vez en tierra la cola de inmigración era enorme, pero el trámite fue rápido. De ahí al mostrador número 1 a cambiar nuestro cupón de “Layover”. Y, ¡oh, sorpresa! el hotel que Korean Air nos pagaba para pasar la noche de escala era el Grand Hyatt Incheon, con desayuno y comida incluidas, y sin cena solo porque ya era tarde. Evidentemente, del aeropuerto al hotel y viceversa se puede usar el “shuttle” del propio hotel todas las veces que se quiera. Pasa cada 15 minutos.

01 Incheon 014 Grand Hyatt Incheon 14 01 Incheon 015 Grand Hyatt Incheon 15

La habitación era genial, una suite completa, mucho más grande que mi primer apartamento en Japón, jejeje. No obstante, no nos recreamos mucho, y salimos a cenar. Cerca del hotel encontramos una tienda abierta 24 horas de la cadena Ministop, también presente en Japón, y Amaya se compró un sandwich y yo unas bolas de arroz, que como tenían la rotulación en coreano solamente, compré a ciegas. A pesar de eso, el código de colores me ayudó y la de etiqueta azul era de atún como pensaba (en Japón suele ser igual) y la de etiqueta naranja se confirmó de “algo” picante. Para acompañar, unas patatas y unas galletas. En total, 6200 won (4,6€).

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Al día siguiente queríamos hacer alguno de los tours que turismo de Corea ofrece de manera completamente gratuita a los pasajeros en tránsito. Los hay desde una hora, a un templo cercano, hasta de cinco horas con visita a Seúl. Para participar en ellos solo hay que ir a los mostradores 41-44 y enseñar las tarjetas de embarque de los vuelos de llegada y salida y el pasaporte, y que haya plazas, claro. Por cierto, ahora que he mencionado los mostradores, me llamó la atención que al lado del mostrador 1 hubiera otro especial y exclusivo para los soldados americanos que colaboran con el ejercito de Corea del Sur.

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Nos despertamos a las 6:50 para ir a desayunar y marchar al aeropuerto para ver qué tours había disponibles, porque el sistema sí tiene un fallo, y es que el servicio de reserva online no funciona. El desayuno era de bufé y me puse tibio como cuando viajaba con la Tuna Universitaria de Barcelona: salmón ahumado, surtido de quesos, surtido de aceitunas, jamón asado con compota de manzana, patata al horno, champiñones a la plancha, salchichas de pollo, mini-baguettes, napolitana de chocolate, donut de melocotón, yogur para beber, zumo de manzana y café con leche. Creo que no me dejo nada… jajaja.

Después del desayuno hicimos el check-out porque no sabíamos si podríamos regresar al hotel antes de las 12:00 y fuimos al aeropuerto. Llegamos sobre las 8:30 pero el tour de las 9:00 ya estaba completo. Nos enteramos de todos modos de que se puede participar en tantos tours como se quiera y tenga tiempo. Reservamos pues para el tour del templo Yonggungsa (60 minutos, de 11:00 a 12:00) y el Incheon Temple Tour (120 minutos, de 15:00 a 17:00), con el tiempo del medio libre para poder ir al Hyatt a comer el lunch.

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Lo único malo es que con el sueño que teníamos podríamos habernos quedado en el hotel durmiendo un ratito más. A pesar de todo, pudimos dormitar un poco en un extremo de la terminal en el que los bancos están acolchados, justo enfrente del mostrador para los marines. Así nos dieron las 10:30 y nos encaminamos a los mostradores 41-44.

Y bueno, los tours os los contaré en la próxima entrada.

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