Dos tours por Incheon

heungryunsa

El día de tránsito en Incheon lo aprovechamos para hacer dos de los tours gratuitos que ofrece Turismo de Corea. El primero fue un tour de una hora en el que se visita el templo de Yonggungsa. El otro, un tour de dos horas en el que se puede visitar el templo Heungryunsa o el memorial de la Guerra de Corea, o con suerte y la buena voluntad de la guía y el grupo que te toque, los dos.

Antes de empezar los tours pregunté sobre si hacía falta dinero o no. Los tour son gratuitos pero no incluyen las entradas a los templos o museos, en el caso de que sean de pago. En nuestro caso, las tres visitas potenciales eran gratis. La chica que me atendió en el mostrador resultó ser la guía y era muy simpática. Cuando nos dijo que la casualidad había hecho que fuera a ser nuestra guía en los dos tours a los que nos habíamos apuntado le dio a Amaya unos golpecitos complices en el hombro ¡qué diferentes a los japoneses! Una guía nipona ni se habría acercado a menos de un par de metros y como todo saludo habría hecho una reverencia.

Después de ponernos las chapitas del tour en la “solapa”, subimos a un pequeño autocar y salimos puntualmente. Durante el corto trayecto la guía nos dio unas breves explicaciones sobre Corea: número de habitantes, que tienen cuatro estaciones, que hay marea alta y marea baja… todas de súper interés (!)

01 Incheon 034 Templo Baekunsa 8

El templo de Yonggungsa, anteriormente llamado Baekunsa (si queréis saber por qué leed el bonus), está en medio de un monte, pero no es muy grande. Destacaría solamente tres pabellones en bastante buen estado, un buda blanco de pie y un árbol zelkova de 1300 años. La guía nos hizo una foto de grupo para la página de Facebook de “Incheon Tour”, pero no la he podido encontrar. Para terminar, solo cabe comentar que el templo se está restaurando y que si se quiere colaborar, una forma de donativo es pagar por poder poner un mensaje en alguna de las tejas. Algo parecido a la posibilidad de subvencionar una stupa en el templo Inthein de Myanmar.

Poca cosa hay más para contar, excepto que los pabellones tienen tres puertas de las cuales la central está reservada a los monjes y en el caso de entrar por ella sin serlo se incurre en una terrible falta de educación. Por otro lado, los pabellones tienen los techos curvados, que era el estándar de belleza en Corea cuando fueron construidos. El regreso fue tranquilo y a las 12:00 ya estábamos en el aeropuerto, justo en el anden 14C, el mismo en el que a las 12:04 subimos al shuttle del Grand Hyatt.

En el hotel tomamos el almuerzo que teníamos incluido. ¡Vaya comilona! Ensalada griega, surtido de quesos, mortadela de Bolonia, salami, surtido de aceitunas, gambas a la plancha, parrillada de verduras, huevos de codorniz, teriyaki de salmón, pollo hervido con salsa de soja, pollo asado con mantequilla y miel, “dduck kalbi”, cerdo marinado, pan, tarta de té negro, tarta de chocolate con nueces, tarta de moca, tartaleta de crema y frutas, financier, flan de caramelo, panacotta con salsa de mango, sandía, piña y melón es lo que me metí entre pecho y espalda.

A las 14:15 tomamos el shuttle por última vez. A las 15:00 salimos puntualmente para el segundo tour. El trayecto fue silencioso y la guía nos dijo que no hablaba porque había algunos pasajeros durmiendo. Que diferencia con el guía del Salto del tigre que no callaba ni debajo del agua. Pero para mí, lo que pasaba es que la guía estaba chateando con alguien, ya que de hecho, mientras íbamos por la terminal hacia el autobús la había visto usando el Line.

La primera parada fue el templo Heungryunsa. Es un templo no muy grande, pero muy bonito, al que se sube por una escalera con los típicos 108 escalones (en el budismo el ser humano nace con 108 deseos terrenales o mundanos que son la causa de nuestras infelicidades). Así, superar los 108 escalones y alcanzar el templo es una metáfora de superar los 108 deseos terrenales y alcanzar la iluminación.

El templo destaca por la figura de un buda sedente dorado al lado de un elefante, su pabellón central de colores verdosos y la campana cubierta. Por cierto, la campana no se puede tocar ya que si lo haces significa que has ido para convertirte en monje e inmediatamente viene un monje del templo a raparte el pelo como primer paso iniciático. No me pareció una amenaza tan grave, jejeje.

De allí fuimos corriendo al memorial del desembarco de Incheon, que está a dos minutos en autocar. Después de subir unas empinadas escaleras y pasar por delante de los carteles que ruegan silencio como muestra de respeto a las víctimas de la guerra de Corea, entramos a un pequeño museo.

El museo contiene armas, uniformes y fotos de la época, mapas y un gran diorama del desembarco. Todo tiene explicaciones en coreano, chino, japonés e inglés. En los alrededores del museo hay tanques, lanzacohetes, cañones y un par de aviones.

Como he dicho, lo normal al hacer este tour es que la guía de a elegir qué se quiere ver de las dos cosas, pero a nosotros nos dio a elegir entre tres opciones, siendo la última ver las dos, para lo cual había que ser muy escrupuloso con la duración de las visitas y estar puntual en el autocar. Para la primera nos dio exactamente 17 minutos y para la segunda 18. En ambas ocasiones nosotros fuimos los últimos en subir al transporte cuando solo faltaba un minuto para cumplirse el tiempo. La cosa fue bien porque todos nuestros compañeros eran japoneses… ¡qué diferencia con el viaje en grupo de Marruecos!

La verdad es que las visitas suelen ser algo más largas, pero unos miembros del grupo tenían el tiempo un poco justo para el embarque y la guía acortó una pizca el tour.

Así, pasamos unas pocas horas en el aeropuerto de Incheon, que es uno de los más entretenidos que he visto ya que tiene música en vivo (un cuarteto de cuerda con una pianista), representaciones teatrales, un desfile nupcial tradicional, talleres en los que hacer tu propio souvenir tradicional, etc. de modo que la espera se hace amena aunque te recorras el aeropuerto una y otra vez buscando la cafetería de Hello Kitty que ya no está.

Y bueno, en la próxima entrada ya llegamos a Fiji.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *