En el primer tour por Incheon visitamos el templo de Yonggungsa, anteriormente llamado Baekunsa. Aquí os dejo la leyenda del mismo.

Había una vez un pescador que vivía en la isla Yeongjongdo de Jung-gu y que apenas tenía para vivir. Un día en sus redes apareció un buda de jade y lo tomó como una señal de mala suerte, de modo que lo tiró al mar. Sin embargo, a partir de ese día lo pescó una y otra vez.

Ante tan extraña situación decidió consagrarlo y lo llevó al pabellón de Avalokitesvara en el templo Baekunsa. A partir de ese día cuando alguien pasaba a caballo o sobre un buey por delante del templo, la montura se detenía, con lo que la gente tenía que desmontar y pasar por delante del templo a pie. Los rumores del extraño fenómeno se extendieron por todo el país y cada vez más gente quería visitar el templo del buda de jade. Por su parte, el pescador se enriqueció gracias a que cada vez que salía a pescar regresaba con el bote lleno.

Cuando llegó la dinastía Joseon, el regente Heungseon Daewongun visitó el templo y al escuchar la misteriosa historia renombró el templo como Yonggungsa, que significa “Templo del palacio submarino del rey dragón”.

Desgraciadamente, el buda de jade fue robado durante la ocupación japonesa y ahora hay un buda de bronce en su lugar.