El tiempo no era bueno, el mar estaba un poco movido pero había un grupo de submarinistas listos para entrar. Sabíamos que no sería ni tan sencillo ni tan bonito como con un mar en calma y un sol radiante, pero era la única oportunidad para nosotros, así que nos echamos al mar. Yo no lo vi del mismo modo, pero la pluma invitada de Irukina nos lo cuenta así: Continue reading