El edificio Taipei 101 es a día de hoy el más alto del mundo, con alguna reserva, y debe su nombre al hecho de estar en Taipei y tener ciento una plantas.
No puedo decir que sea una cazador de edificios altos, que los hay, gente con un pasaporte especial donde ir poniendo sellos conmemorativos de los edificios visitados, pero encontrándome en Taiwan y pudiendo subir al edificio más alto del mundo crei que valía la pena.
He mencionado dos veces ya que el Taipei 101 es el edificio más alto del mundo pero eso es sólo verdad en un setenta y cinco por ciento. Esto es así porque es el más alto según tres de las clasificaciones del Consejo Mundial de Edificos Altos y Espacio Urbano. No se a ciencia cierta cuales son estas clasificaciones pero no seria extaño que hicieran referencia a los records que ostenta y que detallo más abajo.
El Taipei 101 fue diseñado por C.Y. Lee y Asociados y francamente creo que les quedo muy bien. El edificio esta claramente inspirado en la forma del tallo del bambú y pretende simbolizar el éxito económico. Su nombre oficial previo a Taipei 101 era Taipei Financial Center.
Su contrucción corrió a cargo de la Joint Venture KTRT y ostenta los siguientes records:
– Altura hasta la cúspide estructural: 509 metros
– Altura hasta el tejado: 449 metros
– Altura de la última planta habitada: 439 metros
El record que no posee es el de la Altura hasta el pináculo, en poder de la torre Sears de Chicago.
Sea como fuere, ostenta el título de edificio más alto del mundo que arrebató a las Torres Petronas de Kuala Lumpur en 2004, después de algo más de cuatro años de construcción y un coste aproximado de mil seiscientos millones de dolares.
Visitando el edificio
Cuando visitas el Taipei 101 hay basicamente dos cosas a hacer. La primera es pasear por la base del mismo y observar las lujosas boutiques, acogedores cafeterías y demás que jalonan sus seis plantas de Grandes Almacenes al estilo Mall americano. Es curioso observar la mezcla de diseño con los pináculos retro neo-góticos y las estructuras industriales modernas. Todo el interior fue diseñado por un maestro del Feng Shui.
Interior del Taipei 101
Después de eso, y si se ha deseado, tomar un café uno debe dirigirse inexorablemente a la quinta planta donde está la admisión para subir a los observatorios.
El ascensor, que también ostenta un record, es el más rápido del mundo, te sube como un tiro hasta la planta 89, con el consiguiente dolor de oidos. En esa planta está el observatorio indoor y se pueden encontrar también algunos puestos de recuerdos, postales, etc. Lo más gracioso es un estudio fotográfico donde te hacen fotos y un montaje en el que puedes aparecer volando sobre Taipei o subido al Taipei 101 al puro estilo King Kong.
Finalmente, por un precio extra, se puede subir al observatorio outdoor, que se encuentra en la planta 91.
Las Vistas
Desde el observatorio panorámico se puede observar absolutamente toda la ciudad de Taipei. Quizá creyais que es lo normal y debería serlo pero aún recuerdo la depección que sufrí al subir a la Torre más alta de Sydney y descubrir que un mamotreto horroroso te tapa la visibilidad de la Opera House.
Aún así y por la situación del edificio bastante al este de la capital, las mejores vistas son las que dan al oeste por lo que recomiendo ir por la mañana y no encontrarse con una vista a contraluz. Por su parte las vistas al este son bastante bonitas ya que dan a las montañas y la selva subtropical de Taiwan.
Vistas diurnas desde el Taipei 101
En el caso de no poder hacer dos visitas, mañana y noche, y a pesar del inconveniente del contraluz, se puede ir a media tarde y esperar a que anochezca ya que las vistas nocturnas valen la pena. Si alguno piensa en ir por la mañana y aprovechar el mismo tiquet por la noche, no se puede hacer.
Vistas nocturnas desde el Taipei 101