Después de visitar Shāpíng y Xīzhōu queríamos volver a Dàlǐ con algo de tiempo para tomar algo en alguno de sus cafés. Fuimos hasta el cruce en el que nos había dejado en motorickshaw del mediodía y al poco llegó un autobús con destino a Xiàguān. No obstante, todo nuestro gozo cayó en el pozo proverbial cuando nos dimos cuenta de que el vehículo no iba a arrancar hasta llenarse. Le tomó casi una hora que estuvimos de plantón.