De todos los viajes que hicimos y sin contar averías, el del lago Inle a Yangon fue el más largo, y llegamos a la ciudad más grande de Myanmar a las 7:00 de la mañana. Desde la estación de autobuses nueva, que habían inaugurado mientras estábamos viajando por el país, compartimos taxi con Diana hasta su hotel, el Beautyland II, ¡vaya cochambre! No nos gustó nada, era sucio y caro, el comedor era deprimente y tenía una decoración de dudoso gusto. La habitación más barata, con baño compartido, costaba 25$ y era un cuchitril. De hecho, la habitación con baño costaba 38$… pero bueno, para colmo estaba lleno, así que dejamos el equipaje allí, al menos eran amables, y nos fuimos a buscar otro alojamiento. Continue reading