El primer día en Dàlǐ fue el típico día comansi (ya se sabe, “Juguete completo, juguete Comansi), lleno de lugares y actividades, pero antes de relatarlo dejadme que os termine de contar el viaje en tren.
El tren salió puntual, no como los autobuses que casi siempre salieron tarde. Los compartimentos no tenían puerta, así que el pasillo quedaba a la vista y las literas también. Nosotros teníamos las bajas, y fue un acierto haberlas pedido porque sin duda son las mejores (también las más caras). Si tienes litera baja puedes dejar el equipaje a tu lado, justo debajo de la mesa, que termina siendo prácticamente tuya también. Por otro lado, también te ahorras subir por la escalerilla a las literas superiores, lo que no es baladí, ya que la escalerilla no está al lado de la cama. En realidad la escalerilla está justo en el tabique que separa los compartimentos, de modo que media escalerilla asoma por cada lado del muro y da acceso a dos juegos de literas. Continue reading