El último día en Vanuatu nos levantamos pronto, aunque no tanto como en otras ocasiones, a las 8:15 para hacer el check-out y dejar el equipaje en el motel Blue Pango. Queríamos dar un paseo por Port Vila después de descartar la oficina postal submarina de Hideaway Island. La sorpresa fue que el señor Lee no estaba en la oficina, que seguía cerrada, aunque el horario era de 8 AM a 8 PM. Por suerte, el “vecino” de la habitación 5 se ofreció a explicarle la situación al señor Lee cuando volviera y nos propuso que dejáramos el equipaje en nuestra habitación cerrada. Así lo hicimos. Pero por si acaso escribí también un mail al señor Lee.
El paseo por Port Vila fue poca cosa. La primera preocupación fue encontrar postales decentes que no fueran dobles y a un precio inferior al riñón y medio. Empezamos en el mercado, donde nos había dejado el “B” y fuimos por la calle principal hasta el hotel Olympic. Allí torcimos a la derecha para subir hasta la Catedral del Sacre Coeur. Resultó una construcción curiosa. Continuamos el ascenso por delante del Reserve Bank, enfrente del cual hay un mirador y un monumento dedicado a las dos guerras mundiales. Finalmente, alcanzamos el sitio donde se suponía que estaba el Old Court House, que o bien es solo un trozo de escalera o fue arrasado por el ciclón Pam.
Desde allí fuimos bajando en dirección al ayuntamiento y luego hasta la calle principal de nuevo. La cruzamos para llegar al muelle. A lo largo del malecón retrocedimos hasta alcanzar de nuevo el mercado. Esta vez lo cruzamos a modo de visita observando los colores y los copiosos desayunos de algunos lugareños, aunque no pudimos hacer fotos porque nos miraban con cara de “no invadáis nuestro espacio”.
Terminado el paseo y resignados a comprar las postales menos horribles, descubrimos por azar una mini-galería comercial y ¡bingo! hasta souvenirs encontramos. Las postales a 60 VT/u (0,50€), unos posavasos por 195 VT (1,60€) y 5 cuadernos artesanos con lápiz que costaban 120 VT/u (0,98€) pero que nos dejaron a 110 (0,90€).
Sin mucho más por hacer, fuimos a la oficina postal a escribir y mandar las postales. Sellos a 120 VT/u (0,98€). Al salir, con un “B” fuimos a buscar el equipaje al hotel.
En el Blue Pango fue entrar y salir, apenas vimos al señor Lee y rápidamente tomamos el último “B” del viaje por Vanuatu para ir al aeropuerto por 150 VT/pax. ¡Qué diferencia con los 1000 VT que nos cobraron los cabrones del primer día!
En el aeropuerto tomamos unos sandwiches de atún en la terminal doméstica, mucho más barata que la internacional. Después deambulamos un poco por la terminal internacional para tratar de gastar los últimos vatus sueltos pero solo encontramos un helado de 180 VT (1,46€) para Amaya. El resto lo metimos en una urna de donativos.
El vuelo lo adelantaron 50 minutos, suerte que habíamos ido con tiempo porque no teníamos información previa, y todavía no sabemos por qué. Tampoco fuimos en el esperado avión de hélices, sino en un Boeing 737.
En la próxima entrada volveremos a Fiji.