El primer día en Mandalay lo terminamos paseando por el lado oeste y comiendo bollos de coco.
Para empezar el paseo había que cruzar de nuevo Eindawya Paya y esta vez, en vez de la puerta sur, usamos la puerta oeste para salir, lo que nos permitió descubrir las tiendas de artículos para monjes, donde comprar sus ropajes, los cuencos de pedir limosna, los rosarios budistas y otros utensilios. Todo muy pintoresco.
Tiendas para monjes
De allí, y después de dejar a la izquierda el puente de los cocodrilos, no hay que cruzarlo, recorrimos un callejón que discurría entre residencias de monjes, para llegar a Chanthaya Paya, enfrente de la cual estaba el salón de té que buscábamos.
Allí degustamos unos deliciosos bollos de coco, parecidos a donuts, y un riquísimo té con leche birmano, todo por 500 kyats, o sea unos 40 céntimos de euro. De hecho, los bollos estaban tan buenos que compramos dos más para llevar y que se convirtieron en nuestra cena.
Saliendo de allí, nos dirigimos al río y cruzamos un pequeño puente de teca, que a pesar de no ser muy largo (nada que ver con el puente de U-Bein) también tenía su encanto.
Por desgracia, ya había oscurecido, y solo quedaba volver al hotel para recuperar fuerzas, ya que al día siguiente íbamos a recorres las tres capitales antiguas de paquete en ciclomotor.
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Que buena pinta tiene ese bollito de coco, uhmmm
¿tienes la dirección?
Hola!
Estaba riquísimo. El salón de té está en Pulaing St. Enfrente de Chan Tharya Kyaung Taik, y un poco hacia la calle 90th.
https://www.google.co.jp/maps/place/Chan+Tharya+Kyaung+Taik/@21.9787332,96.0645572,17.72z/data=!4m2!3m1!1s0x30cb12d46a992423:0x77170fc910fa16ad