Sin más continúo donde lo dejé en la entrada anterior. Después de la pitanza, por fin fuimos al palacio Real, que actualmente es el museo Nacional de Laos. Es una pena que no se puedan hacer fotos, porque nos pareció muy interesante. Por este motivo, todas las fotos que pongo son de los jardines, aunque los habíamos visitado antes de la pausa para comer.
Al palacio se entra descalzo y con ropa decente (manga corta y pantalón hasta más allá de la rodilla, los tirantes y los shorts están prohibidos) y se debe dejar todo lo que se lleve, por ejemplo mochilas, cámaras de fotos, etc., en una taquilla. Lo primero que se visita es la sala de recepción, y enseguida se pasa a la sala del trono, que remodeló el último rey de Laos. En ella, las paredes están cubiertas de episodios folclóricos laosianos, reproducidos en mosaico de cristal japonés. También hay dos tronos, el del último rey y el de los tres predecesores, que es más pequeño. Por cierto, en la sala de recepción había bustos de los tres reyes anteriores al último . Continue reading →