De Xīnjiē a Jiànshuǐ fuimos sin problemas salvo que la duración fue más de la prevista porque el autobús iba vía Gèjiù. Así, en vez de 100 kilómetros, hicimos 180. Por lo demás, poco que destacar excepto que en la autopista hay pasos de cebra. La llegada a Jiànshuǐ nos dejó inmediatamente buen sabor de boca y enseguida nos pareció amigable y encantadora. Desde la estación de autobuses fuimos andando hasta el centro, unos 20 minutos más o menos, hasta la calle Lin’an. Por el camino vimos a unas abuelitas dando toques a un balón de fútbol atado a una cuerda que sujetaban con la mano y, en la plaza que hay delante de la puerta del Este, a un montón de gente bailando en la calle. Continue reading









